sábado, 23 de octubre de 2010

otoño • 6




Soy consciente de que tengo más que amigos, tesoros irremplazables. Corazones que abrazan, sonríen y escuchan. Ante los problemas respondo mejor, analizo, siento, respiro, me supero y no me dejo vencer. Hace algún tiempo mi amiga la soledad habría venido a quedarse otra vez en mi habitación pero no esta vez, esta vez ni siquiera nos mandamos postales, esta vez recogí abrazos y sonrisas y aunque yo no sonriera de la misma manera sentía que con las horas me iba sanando, poco a poco la claridad y la paz iban inundándolo todo.


Hay momentos en los que tenemos que dejar a un lado los miedos que tanto nos reprimen, tirarnos de lleno y ver lo que pasa porque si no existe la posibilidad de que con el paso de los años crezca en nosotros una masa gris que nos oprima culpándonos por todo aquello que dejamos de hacer. 
Hay que saber apreciar todo lo bueno que las experiencias nos pueden ofrecer aunque sus resultados no siempre sean los más agradables.
Hay que olvidarse de las ironías y rencores que no hacen mas que acortar nuestra felicidad y no son sino el ego herido de la  egolatría del ser.¿Porqué perder el tiempo con un sentimiento sin fondo que acaba devorándonos? 

Buen fin de semana para todos y no busquéis la felicidad, ser felices con todo lo que os envuelve.

Día uno en pie, comienzo a andar,
he de aguantar, lo puedo hacer.
El día dos avanza hasta el final
y llega el día tres, lo vuelvo a estropear.
Así que vuelta a empezar.

domingo, 17 de octubre de 2010

otoño • 5




Si tuviese que hablar de mi primer año fuera de casa, de la universidad y de la nueva ciudad creo que solo podría describirlo con una palabra, nefasto. En general fue un curso de muchos cambios, gente que iba y venía, mal entendidos, días grises en los que uno tras otro habían lágrimas causadas por diversos motivos. Sólo al final del curso fue cuando llegó la primavera, el sol, las risas y las ganas de volver a sonreír. Seguía teniendo miedo a la soledad ya que nos volvimos íntimas amigas, intentaba evitar el momento de volver a aquella habitación y si no había remedio silenciarla con la música o con voces.
Esas personas que me ayudaron tanto en aquella época, sin juicios y con comprensión me sacaron de aquel agujero, poco a poco nos descubrimos, también me acerqué a nuevos amigos, a su sombra la dejé ir y pasé uno de los mejores veranos de mi vida.
Segundo de carrera fue mejor aún, ya no tenía miedo y había días enteros en los que no paraba de reír haciendo que me doliera el estomago.
Ahora ha llegado tercero cambiando toda la rutina y qué puedo decir, a mi lado siguen esas personas que me alegran cada día, me abrazan y me apoyan. Han llegado nuevas también y parece que todo va viento en popa, soy muy feliz y a lo que aún falta por arreglar espero darle toda mi dedicación para poder remediarlo.

domingo, 10 de octubre de 2010

otoño • 4






Esta semana me han pedido para la universidad una ficha sobre mi lugar favorito en Barcelona al que llevaría a todo aquel que venga de visita. En un primer momento elegí una tetería en la que realmente me siento a gusto, mis ojos recorren cada rincón ya sea mirando la comida o té, el local o la gente, pero todo me atrapa y su cálida luz junto con aquellas butacas tan cómodas hacen que me sienta como en el salón de mi casa.
Tengo buenos recuerdos de ese lugar, recuerdo haber compartido un agradable desayuno con dos personas que desde el primer momento me atraparon, son Vascos y con ellos descubrí que me encantaría vivir un tiempo en aquellas tierras porque además he comprobado que me encanta el carácter de su gente. Para mi siempre ha sido "la cafetería delante de mi casa" porque realmente está a dos pasos, pero no podía recordar su nombre y tenía pocos datos así que me decanté por hacer la ficha de la cafetería Caelum hasta que el día de la entrega descubrí que alguien mas la había elegido también. Así que decidí optar por una panadería con mucho encanto, se llama Reykjavik y está en el Raval, ya que tenía que ir a hacer fotos también me compré un pan de amapola y os digo que estaba buenísimo. 
Me encanta encontrar lugares en los que, en este caso puede saborear cuando las cosas se hacen con cariño.
Billie Holiday – Billie's Blues