viernes, 1 de abril de 2011

Primavera • 1

Asumo públicamente mi vício por los yogures La Fageda


Ensalada de rúcula y mermelada de tomate

Tallarines con 2 quesos y frutos secos de él.

Pastel de Nutella y canela de mí para ellos.

Dicen que todo lo que algo vale, algo nos cuesta. No estoy hablando del valor económico sino de todo aquello que nos da vida y nos hace aspirar a algo más, a cambiar nuestros hábitos o tirarse de lleno al acantilado con tal de seguir nuestros deseos. 
Esta semana vi un documental del programa Redes con Eduardo Punset entrevistando a Ken Robinson hablando sobre la creatividad. Hubo momentos en los que me emocionó su discurso porque sentía que estaba describiendo con palabras muchas de las cosas que pienso o siento. 
Explica que el secreto para ser creativo es encontrar cual es tu elemento, aquello que haces de manera natural, en lo que tienes aptitudes. Estas en tu elemento cuando te encanta lo que haces, sientes pasión por ello, de manera que pierdes la noción del tiempo. Como decía Confucio, si algo te encanta, si algo te apasiona y encima se te da bien nunca vuelves a trabajar, porque vives la vida que te corresponde vivir. Te conviertes en tu yo más auténtico.


Me considero afortunada por hacer algo que me gusta aunque aveces también me frustre pero creo que es ese el mecanismo que me impulsa hacía la inconformidad haciendo que busque nuevas salidas y nuevas maneras de vivir. 
Ser diseñador significa renunciar a muchas horas de sueño, algunas salidas, pasar horas y horas metida en un proyecto y quizás nunca tener la mente en blanco porque ya sea cocinando, en la ducha, caminando o incluso soñando siempre estoy maquinando alguna cosa. A pesar de todo esto intento no renunciar a mis amigos, mi familia y a mí misma. Trabajo duro porque sé que llegará el momento que podré dormir 20 horas seguidas, estar en el sofá sin hacer nada y además pasar domingos al sol con buena comida y buena compañía.


Polock – Fireworks